martes, 21 de diciembre de 2010

Pudiste un día ser morfina de mi piel.

Apretar un vaso entre tus manos y que éste explote en miles de pedazos, haciéndote pequeños cortes por tus palmas y ver la sangre mezclarse con el agua, caliente, goteando hasta el fregadero. Esa sensación de placer podría decirse al sentir de nuevo como esa sustancia roja,oscura y cálida cae de nuevo por tus manos, una vez más, como hacía tiempo que no lo hacía... Y sentir esa sensación de haberte liberado,de haberte quitado un peso de encima.
Inconscientemente, buscas un trozo de cristal roto por todo el fregadero, buscando volver a hacerlo, que brote sangre de debajo de tu piel, un chute de adrenalina que te transporte a otro lugar, a otra dimensión, sola, en silencio y, al cogerlo y acercarlo a tu mano de nuevo, te arrepientes y te acuerdas de por qué dejaste de hacerlo, de fastidiarte las rodillas a base de caer una y otra vez.. Y te acuerdas del por qué lo hacías, de la satisfacción que te rodeaba el cuerpo, ese desahogo contigo misma...



Llamadme emo o lo que queráis pero ese desasosiego y esa tranquilidad que sientes... Y no esas ganas de llamar la atención,no me las quita nadie.

~Miichaa.

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